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COOPERATIVISMO ESCOLAR - “LA UNIÓN HACE LA FUERZA” |
Abundan los ejemplos que indican que el camino más efectivo
para iniciar al ser humano por los senderos del
cooperativismo, es a través de las cooperativas escolares.
La creación de cooperativas dentro de los establecimientos
educacionales, de nivel primario, posibilitan que los niños
comiencen a tomar conciencia de la importancia del trabajo
en común, de la solidaridad, del esfuerzo propio y la ayuda
mutua, preceptos que constituyen los pilares fundamentales
de la acción cooperativa.
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La actividad
cooperativa en la escuela hará posible también el desarrollo
en los niños de los sentimientos cívicos, morales e
intelectuales. La cooperativa en la escuela impulsa, entre
otras de las tantas ventajas, el ejercicio pleno del
diálogo, haciéndolo creativo y modelando paralelamente al
educando para una integración social fructífera.
Mediante el ejercicio de la cooperación en la escuela, el
niño tendrá acceso a una formación democrática que le
asegurará al propio tiempo una conducta altamente moral y
ética. Es decir, lo habilitará para el manejo honesto de la
libertad, le confiere la oportunidad de consolidar su
personalidad y de promover el sentido de la |
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responsabilidad,
basado en una práctica permanente de la solidaridad.
Desde un enfoque práctico, la decisión de adoptar una de las
diversas formas o tipos de cooperativas escolares,
coadyuvará a fomentar su creatividad, la que en algún
momento de su vida podrá volcar hacia una orientación tanto
vocacional como laboral. En la cooperativa escolar el niño
encontrará la auténtica realidad del trabajo, no como
castigo o imposición, sino como una necesidad irrenunciable
del hombre a partir de cierta etapa de su vida.
Los niños que integren una cooperativa escolar habrán de
registrar impactantes transformaciones en sus respectivas
personalidades. Eso habrá de ser advertido inmediatamente
por sus progenitores, quienes notarán que el niño adquiere
un mayor desarrollo del sentido común, que tiene un espectro
más amplio de los alcances de la solidaridad, que asume
actitudes responsables ante determinadas situaciones y que
efectúa consultas ante dudas planteadas frente a hechos
concretos.
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La práctica del cooperativismo escolar a través del trabajo
en equipos, beneficiará indudablemente tanto a la escuela
como a la familia, porque los contenidos programáticos o
curriculares, como los contenidos pedagógicos y didácticos,
serán de gran interés para la comunidad porque ello
asegurará que se ajusten a las realidades que viven y
compartan comportamientos de cambio y adaptabilidad,
exigencias básicas para la consolidación de todo grupo
social.
En función de sus modernos enfoques sociales, la cooperación
en la escuela posibilitará un más amplio desarrollo integral
del niño. Un destacado cooperador francés, expresó con
respecto a estas entidades:
"Las cooperativas escolares deben ser verdaderas Repúblicas
de Niños empeñadas en entregar lo mejo0r de si a la
República de los Hombres".
En cuanto los niños comiencen a practicar la cooperación
entre ellos, éste sistema no solamente será mejor entendido,
sino también mejor aplicado. |
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La actividad
cooperativa en la escuela, en su doble forma
teórico-práctica, constituye un novedoso método educativo y
por lo tanto responderá integralmente a los más dinámicos
principios de la pedagogía social que deben ser manejados
muy bien por el docente.
Siempre se ha señalado el hecho de que la cooperativa
escolar no puede ser el resultado de una imposición, a
efectos de cumplimentar órdenes provenientes de la
superioridad educativa. Si ello fuera asi, se estaría
concretamente "jugando a la cooperativa" y ese no es el
objetivo que se persigue. La creación de una cooperativa
escolar debe surgir de la espontaneidad creativa del
educando o como consecuencia del sutil trabajo realizado por
el docente, con lo cual habrá demostrado su inteligente
habilidad didáctica.
Lo cierto es que, dejando de lado todos los conceptos
teóricos relacionados con este tema, existen numerosos
ejemplos que dan cuenta del éxito con que han logrado
funcionar las cooperativas escolares en muchísimos
establecimientos educacionales. No todos han sido laureles,
naturalmente. Hubo fracasos, si, como los hay en todas las
áreas del cooperativismo y de otras actividades
empresariales. Pero el saldo de las cooperativas escolares
exitosas es un motivo de orgullo para el movimiento
solidario.
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